“Esfuérzate
por presentarte a Dios aprobado, como obrero que no tiene de qué avergonzarse y
que interpreta rectamente la palabra de verdad”
2 TIMOTEO 2:15 (NVI)
2 TIMOTEO 2:15 (NVI)
La mejor manera de vivir tu vida es sirviendo a
Dios de acuerdo a tu FORMA, para
lo cual debes descubrir tus dones, aprender a aceptarlos y a disfrutarlos de
modo que puedas desarrollarlos a su máxima expresión.
Dios quiere que descubras tu forma en particular. Comienza a encontrar y clarificar lo que Dios quiere que seas y hazlo. En primer lugar, evalúa tus dones y recursos. Luego, considera las oportunidades y tu personalidad. Por último, examina tus antecedentes y extrae las lecciones que aprendiste.
Dios quiere que aceptes tu forma. Dado que Dios conoce lo que es mejor para ti, debes aceptar con gratitud la forma en que te hizo. Tu forma fue determinada soberanamente por Dios para su propósito, de manera que no debes resentirla ni rechazarla. Por el contrario, deberías celebrar la forma única que Dios te dio. Parte de aceptar tu forma es reconocer tus limitaciones. Nadie es bueno en todas las cosas, y ninguno es llamado a hacerlas todas. Cada uno tiene tus roles definidos.
Dios quiere que descubras tu forma en particular. Comienza a encontrar y clarificar lo que Dios quiere que seas y hazlo. En primer lugar, evalúa tus dones y recursos. Luego, considera las oportunidades y tu personalidad. Por último, examina tus antecedentes y extrae las lecciones que aprendiste.
Dios quiere que aceptes tu forma. Dado que Dios conoce lo que es mejor para ti, debes aceptar con gratitud la forma en que te hizo. Tu forma fue determinada soberanamente por Dios para su propósito, de manera que no debes resentirla ni rechazarla. Por el contrario, deberías celebrar la forma única que Dios te dio. Parte de aceptar tu forma es reconocer tus limitaciones. Nadie es bueno en todas las cosas, y ninguno es llamado a hacerlas todas. Cada uno tiene tus roles definidos.
“Por
cuanto nosotros mismos hemos sido moldeados en todas estas partes,
excelentemente formadas y operando maravillosamente, en el cuerpo de Cristo,
sigamos adelante y seamos aquello para lo que fuimos creados”
ROMANOS 12:5 (PAR)
ROMANOS 12:5 (PAR)
Dios quiere que disfrutes
la forma que te ha dado. Satanás tratará de robarte el gozo del servicio tentándote en dos maneras:
para que compares tu ministerio
a las expectativas de los otros. Si comparas tu forma, tu ministerio o los
resultados de tu ministerio con otras personas, te desanimarás o te llenarás de
orgullo. Cualquiera de estas actitudes te pondrá fuera de servicio y te robarán
tu gozo.
“Haz tu
propio trabajo bien, para que entonces tengas de qué estar orgulloso. Pero no
te compares con otros.” GÁLATAS 6:4 (PAR)
Dios quiere que
desarrolles tu forma. Dios espera de
nosotros que hagamos lo máximo con lo que él nos da. Debemos cultivar nuestros
dones y habilidades, manteniendo nuestros corazones ardientes, creciendo en
nuestro carácter y personalidad, ampliando nuestras experiencias de manera que
cada vez seamos más eficaces en nuestro servicio. Recuerda, en la eternidad
estaremos sirviendo a Dios por siempre. Pero ahora mismo nos podemos preparar
para el servicio eterno practicando aquí en la tierra. Estamos preparándonos
para las responsabilidades y recompensas eternas. Por ello, al igual que los
atletas que se preparan para las olimpiadas, nos entrenaremos y desarrollaremos
para ese gran día.
“Por lo
cual te aconsejo que avives el fuego del don de Dios que está en ti.”
2 TIMOTEO 1:6
2 TIMOTEO 1:6
“Estoy
convencido de esto: el que comenzó tan buena obra en ustedes la irá
perfeccionando hasta el día de Cristo Jesús.”
FILIPENSES 1:6 (NVI)
FILIPENSES 1:6 (NVI)
El crecimiento espiritual, como el físico, lleva
tiempo. Mientras nosotros nos preocupamos en qué tan rápido crecemos, Dios se
interesa en qué tan fuerte crecemos. Dios ve nuestras vidas desde y para la eternidad, por eso nunca tiene prisa. El discipulado es el
proceso de conformarse a Cristo. La semejanza a Cristo es nuestro destino
final, pero el viaje durará toda la vida.
Hasta ahora hemos visto que este viaje involucra creer (mediante la adoración), pertenecer (en la comunión), y llegar a ser (mediante el discipulado). Dios quiere que llegues a ser un poco más como él cada día.
Hasta ahora hemos visto que este viaje involucra creer (mediante la adoración), pertenecer (en la comunión), y llegar a ser (mediante el discipulado). Dios quiere que llegues a ser un poco más como él cada día.
¿Por qué toma tanto tiempo cambiar y crecer?
Nuestro aprendizaje es lento. Olvidamos demasiado rápido las lecciones que Dios
nos enseña y muy pronto regresamos a nuestros viejos modelos de conducta.
Tenemos muchos viejos hábitos que desechar. La Biblia lo llama quitarse el viejo hombre y ponerse el nuevo hombre. Tememos
enfrentar con humildad la verdad acerca de nosotros mismos. Solo en la medida
que permitamos que Dios, con la luz de su verdad, ilumine nuestros defectos,
fracasos y complejos, podremos empezar a trabajar con ellos. A menudo el
crecimiento es doloroso y nos asusta. Todo cambio involucra alguna clase de
pérdida. Desarrollar hábitos lleva tiempo. Los hábitos definen nuestro
carácter.
“Todo
sobre la tierra tiene su propio tiempo y su propia estación”
ECLESIASTÉS 3:1 (PAR)
ECLESIASTÉS 3:1 (PAR)
Hay solo una manera de desarrollar los hábitos de
un carácter semejante al de Cristo: Practicarlos
¡y eso requiere tiempo! No existen hábitos
instantáneos. Si practicas algo durante un tiempo, te perfeccionas en
eso. La repetición es la madre del carácter y la habilidad. Estos hábitos que
edifican el carácter se llaman a menudo disciplinas
espirituales
“Practica
estas cosas. Consagra tu vida a ellas para que todos puedan ver tu progreso”
1 TIMOTEO 4:15 (PAR)
1 TIMOTEO 4:15 (PAR)
“Las
cosas que planeo no ocurrirán inmediatamente. Lentamente con tranquilidad, pero
con certeza, se acerca el tiempo en que la visión se cumplirá. Si parece muy
lento, no desesperes, porque estas cosas tendrán que ocurrir. Ten paciencia. No
se retrasarán ni un solo día”
HABACUC 2:3 (BAD)
HABACUC 2:3 (BAD)
Cómo esperar: Espera un progreso gradual. Cree que Dios está trabajando en
tu vida aun cuando no lo sientas. Ten
un cuaderno o diario para anotar las lecciones aprendidas. Anota las
lecciones de Dios para que puedas repasarlas y recordarlas. Sé paciente con Dios y contigo mismo.
El programa de Dios muy pocas veces es igual al nuestro. No te desanimes.
Recuerda cuánto has progresado, no únicamente cuánto te falta.
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